¿Qué es el síndrome del ojo seco?

El síndrome del ojo seco (a veces conocido como enfermedad del ojo seco) es una afección común que se produce cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o cuando la calidad de las lágrimas no es la adecuada. Esto no significa que no puedas llorar, en algunos casos tus ojos pueden incluso lagrimear más.

La función de las lágrimas es mantener la superficie frontal del ojo (la córnea) húmeda y sana. Por eso, cuando el suministro de lágrimas se reduce o es de mala calidad, puedes sentir picor en los ojos o incomodidad.

¿Qué causa los ojos secos?

El síndrome de ojo seco ocurre cuando tus ojos dejan de producir lágrimas tal y como lo harían normalmente. Las lágrimas son una parte importante de tu salud ocular porque ayudan a mantener tus ojos lubricados, los protegen contra infecciones y eliminan pequeños restos de la superficie de los ojos.

Una película lagrimal normal se compone de tres capas principales:

  • Capa de mucina – es la que recubre la superficie del ojo (la córnea) y hace que las lágrimas se adhieran a él.
  • Capa acuosa: nutre y protege el ojo.
  • Capa lipídica (aceitosa): se encuentra en la superficie exterior de la película lagrimal y evita que las lágrimas se evaporen.

Un fallo de producción en cualquiera de estas capas provocará un desequilibrio en la película lagrimal, que reducirá la calidad o la cantidad de lágrimas. Por ejemplo, si se reduce la capa lipídica, las lágrimas pueden evaporarse demasiado rápido, ya que no hay nada que mantenga la capa acuosa en su sitio. Si hay una capa acuosa reducida, no se producirán suficientes lágrimas.

El síndrome del ojo seco puede producirse por muchas razones, entre las que se incluyen cualquiera de las siguientes o una combinación de ellas:

  • Una obstrucción en las glándulas del párpado responsables de la formación de la importante capa aceitosa de las lágrimas (disfunción de las glándulas de meibomio - MGD) - sin esta capa (la capa lipídica), las lágrimas se evaporan más rápido, provocando sequedad en los ojos.
  • Blefaritis - inflamación del párpado y de la base de las pestañas, que también puede alterar las glándulas responsables de producir los componentes de la película lagrimal.
  • La edad: a medida que envejecemos, nuestros párpados ya no distribuyen las lágrimas por los ojos al parpadear igual de bien y las glándulas que suministran los componentes de nuestras lágrimas pueden ser menos eficientes (similar a cuando nuestra piel se seca más con la edad).
  • Usar lentes de contacto
  • Trabajar en una oficina o en un entorno con aire acondicionado
  • La fatiga ocular por el uso del ordenador: mirar fijamente una pantalla durante un tiempo prolongado hace que no parpadeemos con la misma eficacia
  • Algunas cirugías oculare
  • Estar en un ambiente caluroso o ventoso
  • Ciertas condiciones médicas subyacentes, como la diabetes, la artritis reumatoide o el síndrome de Sjögren.
  • Efectos secundarios de ciertos medicamentos, como algunos antihistamínicos.
  • Consumo de alcohol: el alcohol puede deshidratar el cuerpo y, por tanto, reducir el volumen de lágrimas que producen los ojos
  • Cambios hormonales, como los que se producen durante la menopausia o el embarazo. Estudios recientes sugieren que aproximadamente el 86% de las mujeres desconocen la relación entre la menopausia y el ojo seco. Algunos investigadores creen que las fluctuaciones hormonales, concretamente en los niveles de estrógenos durante la menopausia, contribuyen a la sequedad ocular y al desarrollo o empeoramiento de afecciones oculares como el glaucoma y las cataratas. 

Tratamiento del ojo seco

Es bastante sencillo tratar el síndrome del ojo seco y reducir sus síntomas para sentirnos más cómodos.

  • La aplicación de compresas calientes sobre los párpados cerrados, dos veces al día durante 10 minutos, puede ayudar a ablandar y aflojar la grasa bloqueada en las glándulas del párpado que suministran aceite a las lágrimas.
  • Después de quitarte la compresa caliente, masajéate suavemente los párpados con un dedo limpio, para ayudar a que la grasa fluya desde las glándulas.
  • Limpiar los párpados cada día con toallitas o espumas especiales para párpados puede ayudar a eliminar las bacterias, los residuos y la grasa que pueden provocar la obstrucción de las glándulas y el síndrome del ojo seco.
  • El uso de gotas lubricantes (sin conservantes) para el ojo seco puede aliviar los síntomas. Estas gotas pueden usarse tan a menudo como sea necesario, dependiendo de los síntomas. Por lo general, empezarás a usarlas dos o tres veces al día.
  • Las gotas para el ojo seco te ayudarán a aliviar los síntomas, pero es importante abordar las causas subyacentes.
  • Si se crees que el síndrome del ojo seco está causado por una medicación que estás tomando o por una enfermedad subyacente, tienes que consultarlo con el médico.
  • Si tu medicación está agravando los síntomas, tu médico puede intentar cambiarla por otra alternativa. Si se cree que el ojo seco está causado por una enfermedad subyacente, el tratamiento de esa enfermedad suele ayudar también a aliviar los síntomas.
  • Si usas lentes de contacto, a veces puede ser útil dejar de usarlas o cambiarlas por otras de un material distinto.
  • También puedes utilizar gotas para el ojo seco aptas para lentes de contacto en tus lentillas antes de ponértelas cada día, y luego aplicártelas durante el día mientras las llevas puestas.
  • En los casos más graves, la cirugía podría ser una opción para evitar lagrimear demasiado, taponando el conducto lagrimal que las drena.
  • Actualmente se ha reconocido que llevar una dieta rica en ácidos grasos Omega-3 puede ayudar a controlar el síndrome del ojo seco. Los suplementos nutricionales de Omega-3 también pueden ser eficaces.
  • Mantener una buena ingesta de líquidos y asegurarse de no deshidratarse puede ayudar a reducir la gravedad del síndrome del ojo seco.
  • Evitar, en la medida de lo posible, los ambientes muy secos con humo o con aire acondicionado puede ayudar con los síntomas del síndrome de ojo seco.

Gotas para el ojo seco

Las gotas para ojos secos proporcionan un alivio de la sequedad ocular y aportan una mayor comodidad para los usuarios de lentes de contacto.

Características y ventajas de las gotas para el ojo seco

Además de aliviar los síntomas de la sequedad ocular, nuestra gama de gotas para ojos secos no contiene conservantes, para no interferir en la delicada estructura de la película lagrimal. También son compatibles con las lentes de contacto, por lo que puedes utilizarlas mientras las llevas puestas.

¿Qué gotas para el ojo seco son más adecuadas para mí?

Existen diferentes tipos de gotas para el ojo seco que se adaptan a diferentes niveles de sequedad ocular. Habla con nuestro equipo en la óptica o con tu farmacéutico, que podrá recomendarte el tipo adecuado para ti.

Preguntas frecuentes

¿El síndrome del ojo seco es permanente?

El ojo seco puede ser una afección temporal o crónica, pero si lo has tenido una vez es probable que lo vuelvas a tener en algún momento. A menudo puede aparecer y desaparecer en determinadas situaciones y a lo largo de la vida.

¿Beber agua ayuda a la sequedad ocular?

Cuando estás deshidratado, tu cuerpo intenta mantener la mayor cantidad de líquido posible en el organismo, por lo que no irás al baño y sentirás los ojos y la boca secos. Por eso, es importante que intentes mantenerte hidratado para que tu cuerpo pueda producir adecuadamente las lágrimas que tus ojos necesitan para mantenerse sanos.

¿Puede el alcohol causar sequedad ocular?

El consumo de alcohol puede deshidratar tu cuerpo y, por tanto, puede reducir el volumen de lágrimas que producen tus ojos. Cuando no hay suficiente líquido para lubricar el ojo, es posible experimentar síntomas de sequedad ocular. Además de lubricar los ojos, las lágrimas ayudan a protegerlos de infecciones y objetos extraños, como las partículas de polvo.