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Síntomas del Pterigión
Al principio, un pterigión puede no presentar ningún síntoma pero, a medida que se agranda, es posible que el ojo se enrojezca, pique o sientas que tienes algo dentro. También puedes notar un crecimiento anormal de color rosado en el ojo.
La mayoría de pterigiones comienzan en el rabillo del ojo junto a la nariz y pueden desarrollarse en uno o ambos ojos. A medida que crece y cruza la córnea, la capa transparente que cubre el ojo, es posible la visión se vuelva borrosa porque se deformará la córnea y provocará astigmatismo. En circunstancias extremas, el pterigión puede invadir la córnea oscureciendo la visión.
Debido a que los síntomas de un pterigión son como los de otras afecciones, es posible que también quieras leer sobre el oj rojo o el síndrome de ojo seco.
Causas de un pterigión
El desarrollo de pterigiones está relacionado con altos niveles de exposición a la luz ultravioleta (UV) por pasar gran parte del día al aire libre. Aquellos que pasan tiempo en la nieve o el agua sin unas gafas de sol adecuadas corren un riesgo mayor debido a los reflejos de la luz sobre estas superficies.
Es más probable que el pterigión se de en adultos de entre 20 y 50 años, particularmente en hombres, y es más frecuente en áreas donde el riesgo de rayos UV es mayor y donde hay más irritantes ambientales como viento, polvo, químicos y polución. Si tienes la piel y los ojos claros, también corres un riesgo mayor de desarrollar un pterigión.
Diagnóstico del Pterigión
Tu óptico diagnosticará un pterigión examinando de cerca tus ojos con una lámpara de hendidura con aumento. También evaluará tu visión usando una tabla optométrica y podría hacer fotografías para monitorear el crecimiento del pterigión.
También buscará descartar cualquier otra afección ocular, como:
Tratamiento del pterigión
El tratamiento para un pterigión dependerá en gran medida de su tamaño y si está afectando la vista. En la mayoría de los casos, es tan leve que no se necesita tratamiento.
Si te molesta el pterigión, se pueden usar gotas oculares para aliviar la inflamación y / o la sequedad causadas por su crecimiento. Estas gotas pueden estar disponibles sin receta, pero tu optometrista te informará si necesitas una receta para un medicamento más fuerte.
En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para extirpar un pterigión.
Cirugía ocular del pterigión
Si el pterigión comienza a oscurecer tu visión o está causando una molestia significativa, es posible que debas someterse a cirugía para extirparlo. Aunque no es agradable pensar en ello, es un procedimiento relativamente rápido que se realiza con anestesia local; tu oftalmólogo discutirá el proceso involucrado y cualquier riesgo asociado con la cirugía.
Después de la cirugía, deberás usar un parche en el ojo durante un par de días, pero podrás volver al trabajo y a tus actividades normales en un día. También necesitarás usar gotas oculares durante varias semanas después de la cirugía y controlar el ojo para detectar si el pterigión vuelve a crecer, aunque las técnicas quirúrgicas modernas han mejorado su recurrencia de un 40% a un 10%, aproximadamente.
¿Cómo se puede prevenir un pterigión?
La clave para prevenir un pterigión es proteger los ojos de la luz ultravioleta excesiva. Para ellos puedes usar un sombrero que cubra bien y unas gafas de sol que bloqueen la luz ultravioleta; las monturas envolventes son aún mejores.
Si tienes un pterigión, puedes ralentizar su crecimiento limitando la exposición a los rayos ultravioleta, el polvo, la contaminación y otros irritantes; el mismo consejo se aplica a quienes se les extrajo un pterigión y no quieren que vuelva a crecer.