Durante los primeros 12 años de nuestra vida, hasta el 80% del aprendizaje se realiza a través de la vista. Aún así, uno de cada cuatro niños tiene problemas visuales no detectados que podrían retrasar su desarrollo. Aunque suelen ser difíciles de descubrir porque los niños no tienen forma de saber si lo que ven es distinto de lo que ven los demás, hay síntomas que indican la presencia de un problema visual: ¿Tu hijo se sienta demasiado cerca del televisor? ¿Se frota los ojos a menudo? ¿Es torpe? ¿Bizquea?
Sin embargo, mediante las revisiones oculares periódicas se pueden minimizar las probabilidades de que crezca con problemas oculares o visuales.
Nuestras gafas para niños están hechas para durar
Las gafas para niños están pensadas para “caritas” pequeñas. Puedes elegir entre muchas opciones y lentes especiales para asegurarte de que las gafas de tus hijos sean cómodas y resistan su dinámico y ajetreado ritmo de vida.
Las gafas nuevas de tu hijo se amoldan y ajustan a su cara para que le resulten cómodas. También te regalamos una funda para guardarlas cuando no las lleves puestas y una gamuza para limpiarlas.
Jugar con seguridad
Los niños son traviesos por naturaleza, así que conviene que aprendan a proteger sus ojos. Enséñales a jugar de forma segura y comprueba que los juguetes sean adecuados para su edad. Hay que supervisar los juegos con objetos duros o balones y conviene evitar juguetes con proyectiles, como las cerbatanas o las pistolas de perdigones. Si la práctica de un deporte requiere gafas protectoras, asegúrate de que tu hijo las utilice. Recuerda que los materiales peligrosos (productos de limpieza, sprays, pegamentos, productos químicos, cuchillos y tijeras) tienen que estar fuera del alcance de los niños.