El principal método de tratamiento disponible para la retinopatía diabética es la fotocoagulación con láser. Si se recibe con suficiente anticipación, el tratamiento con láser ha demostrado que puede reducir el riesgo de pérdida grave de visión en un 90%. El tratamiento con láser no es una cura, pero está destinado a salvar la visión actual. El láser cierra los vasos sanguíneos que están dejando escapar fluido en la retina, sin embargo, si hay nuevos vasos sanguíneos creciendo, será necesario un tratamiento con láser más prolongado. En más del 80% de los casos, el tratamiento con láser logra la desaparición de los nuevos vasos sanguíneos. El procedimiento no es doloroso y suele llevarse a cabo de forma ambulatoria y con anestesia local.

Para saber más sobre la retinopatía diabética, visita nuestra guía de afecciones oculares.