El contenido en agua  es una característica importante de los diversos materiales utilizados para fabricar una lente de contacto blanda. Como norma general, en las lentes de contacto blandas tradicionales, cuanto mayor sea el contenido en agua  de la lente mayor será la cantidad de oxígeno que pase por la lente hacia la superficie del ojo. Se trata de un factor importante para la comodidad de las lentes y la buena salud de los ojos, pero las lentes de contacto con un contenido en agua  elevado pueden ser más frágiles, ya que es más probable que se rompan con un uso frecuente. La relación entre el contenido en agua y la transmisión de oxígeno no es la misma que en las lentes fabricadas de materiales de hidrogel de silicona, que logran niveles muy elevados de transmisión de oxígeno, con independencia de su contenido en agua.