¿Las lentes de contacto de uso continuo son seguras?
Las lentes diseñadas para un uso continuo (o mientras duerme) suelen estar fabricadas de un material, hidrogel de silicona, que permite que llegue más oxígeno al ojo que en los materiales de lentes blandas tradicionales. El oxígeno es fundamental para la salud del ojo. Aunque los materiales tradicionales son la solución perfecta para utilizar durante el día, cuando el ojo está abierto, no dejan pasar suficiente oxígeno cuando los párpados están cerrados durante un periodo de tiempo prolongado, mientras dormimos, lo que puede provocar daños a los tejidos del ojo. Durante las décadas de los años 70 y 80, las lentes anteriores aptas para un uso prolongado estaban fabricadas de materiales que eran menos permeables al oxígeno. Los pacientes que probaron las lentes de uso prolongado en aquella época sufrieron diversas complicaciones, tales como irritación e incluso infección. Las lentes actuales son seguras y cómodas si las personas que las utilizan siguen el proceso de cuidado recomendado por un óptico – optometrista cualificado. Al igual que con todas las lentes, una higiene óptima resulta fundamental para evitar que se produzcan infecciones. Si las personas que utilizan lentes de contacto experimentan algún tipo de problema, deben consultarlo inmediatamente a su óptico - optometrista.