Desde su nacimiento los movimientos oculares de un bebé demuestran que están recopilando información visual de su entorno, pero en los primeros días son incapaces de enfocar la vista a mucho más de 30 cm. Con aproximadamente un mes pueden ver los contornos de objetos cercanos, y un mes más tarde pueden ver detalles más precisos de dichos objetos. Siguen existiendo muchas preguntas sobre cuánto y hasta qué distancia pueden ver los bebés; mucho de lo que sabemos procede de observar cómo responden a objetos y rostros.  Lo que está claro es que el desarrollo de los ojos y la visión binocular, donde el cerebro combina e interpreta a la perfección la visión de cada ojo, no terminan de desarrollarse hasta que el niño tiene varios años de edad. Por tanto, las revisiones periódicas con el óptico – optometrista desempeñan un papel fundamental a la hora de proteger la salud de sus hijos.